Layla es una fantasma, y los fantasmas se supone que dan miedo. Suelen merodear por castillos y gritar ¡BOOO!
Pero Layla preferiría jugar con sus amigos.
Isla Wynter vive en Escocia con un diminuto gato, una planta en una solitaria maceta y una horda de amigos imaginarios. Cree en los unicornios y planea algún día convencer al mundo de que realmente existen. Aunque tenga que atrapar a uno de ellos con sus propias manos. Hasta entonces, seguirá escribiendo historias llenas de magia para niños y jóvenes.