La atención y la memoria son un requisito para el adecuado funcionamiento de otros procesos cognoscitivos y se encuentran frecuentemente alteradas en diversas patologías en niños, adultos y ancianos. En poblaciones sanas, los métodos educativos dependen del conocimiento de las capacidades cognoscitivas de las personas en diferentes etapas de su vida. La evaluación de estas habilidades en condiciones normales provee un método crucial para comprender las dificultades en personas que sufren de algún tipo de alteración cognoscitiva y para plantear métodos efectivos de rehabilitación. La investigación sobre el desarrollo cognoscitivo en pocos casos ha abarcado un análisis de diversos subtipos de atención o memoria, a lo largo de la vida, dentro de un solo proyecto. Estas limitaciones restringen la comprensión del desarrollo como un proceso de diferentes patrones de cambio. El objetivo de este trabajo fue realizar un estudio transversal sobre la constancia y el cambio, asociados a la edad, en respuesta a una batería para evaluar atención y memoria en una muestra desde los seis hasta los 75 años de edad.