En el proceso de respiración intervienen dos partes: la bomba respiratoria, que ventila el pulmón, y el pulmón, que realiza el intercambio de gases. La insuficiencia respiratoria aparece cuando el sistema respiratorio falla en las funciones de intercambio de gases o cuando la bomba no puede asegurar una ventilación adecuada. La bomba está formada por la pared torácica y los controladores de la respiración, que se encuentran en el sistema nervioso central y se conectan con los músculos respiratorios a través de la médula espinal y los nervios periféricos. El diagnóstico se basa en los parámetros de gases arteriales (PaO2 inferior a 60 mmHg y/o PaCO2 superior a 45 mmHg). Estos valores sirven de orientación, pero el argumento más importante en la atención clínica es la evaluación clínica y la historia del paciente. En cuanto al inicio de la insuficiencia, se puede clasificar como aguda, crónica o aguda sobre insuficiencia respiratoria crónica.El correcto diagnóstico y manejo de la insuficiencia respiratoria es una necesidad inminente para la vida del paciente. Al elegir el tratamiento óptimo, el método de administración de oxígeno y la ventilación cuando sea necesario, se mejora la supervivencia y la calidad de vida de estos pacientes.