El texto literario para Ríos Baeza se desborda, se automenciona, por lo que es relevante abordar la escritura y los bucles en que esta se manifiesta. Ríos Baeza analiza pues cómo está hecha la escritura y cómo los escritores manifiestan su raíz textual preñada de autorreferencias, para desde allí desmembrar temas, consideraciones, ubicaciones, relaciones de los autores con otras escrituras, géneros y ficciones. Este libro aborda las escrituras poéticas y ficcionales de trece autores: dos poetas chilenos y once narradores. Cuatro argentinos: Borges, César Aira, Fabián Casas, Mariana Enríquez; cuatro mexicanos: Augusto Monterroso (aunque nacido en Guatemala, el exilio lo hizo un escritor mexicano), Cristina Rivera Garza, Yuri Herrera y José Sánchez Carbó; y cinco chilenos: los poetas Nicanor Parra y Jorge Teillier, y los narradores Roberto Bolaño, Mario Valdovinos y Álvaro Bisama.
Si sopesamos la relevancia del libro La letra ensimismada. Nuevos ensayos de literatura hispanoamericana, de Felipe Ríos Baeza, observamos que se destacan en su lectura los procesos de autorreferencia y metaficción. Entendemos pues el título: una de las consecuencias de la autorreferencia del lenguaje literario poético y narrativo que se enfoca en su misma realización es una suerte de ensimismamiento. Por ello, este libro convoca al lector a ensimismarse, a estar a la altura del lector que solicita Cervantes: un "desocupado lector".