Aparentemente, los ionómeros de vidrio desempeñan un papel muy útil en la odontología restauradora. Además de sus excelentes propiedades, ofrecen suficientes posibilidades de modificación y mejora. Los cementos de ionómero de vidrio se denominan muy acertadamente "dentina hecha por el hombre", así como "sustituto de la dentina". Han pasado más de cincuenta años desde la introducción de la familia de cementos de ionómero de vidrio en la profesión dental. Tras un lento comienzo en el camino, hoy en día pueden considerarse materiales bien comprendidos y minuciosamente investigados, con aplicaciones muy amplias.